De Apicio el romano, se conservan
escritos sobre distintas recetas para el consumo del puerro.
Posteriormente en plena Edad Media, se le atribuían
propiedades curativas; considerándolo casi un medicamento, pero en realidad estaba
más ligado a curar el hambre del pobre, que a sanar.
“De la tierra el carnero, y de la huerta el puerro”.
Vamos a fogones:
Ingredientes para 4 comensales:
8 puerros.
Una cebolleta, 100 g.
4 dientes de ajo.
Media granada desgranada.
Un ramillete de albahaca.
2 docenas de avellanas.
4 cucharadas de alcaparras en salmuera.
8 aceitunas negras sin hueso.
Media cucharada de mostaza en grano.
150 ml de aceite de oliva virgen extra.
50 ml de vinagre de Jerez.
Sal y pimienta al gusto.
Limpiamos
y troceamos los puerros, cociéndolos con sal y unas hojas de albahaca, hasta
que queden tiernos, eso supone unos 15 minutos.
Pelamos
los ajos, los cortamos a láminas y los freímos hasta dorar ligeramente. Los
retiramos sobre papel absorbente y reservamos.
Entre
tanto preparamos una vinagreta de granada, con avellanas y albahaca.
Trinchamos
finamente la cebolla.
Tostamos
y machacamos las avellanas en mortero.
Cortamos
a rodajas las aceitunas negras sin hueso.
Mezclamos
con la granada, albahaca picada y la mostaza.
Salpimentamos,
añadimos el aceite y vinagre y mezclamos.
Servimos
los puerros a temperatura ambiente, con la vinagreta, las alcaparras en
salmuera y las láminas de ajo fritas.
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