Uno de los primeros arroces al horno de los que se
tiene registro escrito, trata del arroz al horno cubierto de huevo, que nos
transmite Ruperto Nola en su Libro de Guisados del año 1520. Era un arroz muy
espartano, arroz, caldo, azafrán y huevo.
Esta técnica ha evolucionado muy poco; tan solo en las
distintas variedades y combinaciones con diferentes ingredientes.
Por aquella época el arroz no era un bien al alcance
de todos los bolsillos, por tanto era un plato propio de clases acomodadas; que
además tenían horno.
Vamos a fogones:
Ingredientes para 4 comensales:
300 g de
arroz redondo tipo Bomba.
200 g de
garbanzos cocidos.
400 g de
setas variadas.
150 g de
foie.
6 huevos.
Medio litro
de caldo de ave.
Una
cucharada de ralladura de jengibre.
Una
cucharada de ralladura de cúrcuma.
2 docenas de
hebras de azafrán.
100 ml de
manteca de pato o aceite oliva.
Sal al gusto.
En primer
lugar calentamos el horno a 220 grados.
Entre tanto
en una cazuela de horno, freímos las setas con manteca de pato.
Añadimos el
caldo de ave, el arroz, los garbanzos, cúrcuma, jengibre y azafrán.
Cuando rompa
a hervir, damos el punto de sal y metemos la cazuela en el horno a media altura,
durante 15 minutos.
Sacamos del
horno y repartimos el foie cortado a tacos tamaño media cuchara.
Cubrimos
toda la superficie del arroz con los huevos batidos con un poco de sal.
El arroz ya
estará casi seco y cocido.
Introducimos
de nuevo la cazuela en la parte alta del horno, para que dore la costra durante
4 o 5 minutos.
Sacamos del
horno y dejamos reposar unos minutos.
Las setas y
el foie han quedado encapsuladas por la capa de huevo, manteniendo todos sus
aromas y sabores.
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